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La atención suele definirse como “la dirección o aplicación de la mente a cualquier objeto de sentido o pensamiento”. Ponerla acá o allí, en el presente, en el pasado o en el futuro, es esencial para los resultados que obtenemos durante la construcción de nuestras experiencias cotidianas. “El dominio de la atención propia es condición indispensable para vivir bien, y también la clave para transformar casi todos los aspectos de la experiencia, desde el humor hasta la productividad, pasando por las relaciones”, observa la investigadora Winifred Gallagher, autora de RAPT. Attention and the Focused Life.

“Prestar atención plena, ya sea a un arroyo o a una novela, a una reparación en casa o a la oración, incrementa la capacidad de abstracción, expande los límites internos y levanta el ánimo, pero por encima de todo, nos hace sentir que la vida vale la pena. La diferencia entre pasar el rato e invertir el tiempo depende de nuestra inteligencia a la hora de decidir dónde ponemos nuestra atención”. Entonces, ¿dónde ponerla para aumentar nuestra calidad de vida? Quienes la estudian proponen al menos estas tres claves:

Mira el lado luminoso
Aunque una vida enfocada no significa estar siempre de buenas, dice Gallagher, cuidar la mente como un jardín y ser cuidadoso con lo que se “siembra” en ella, es una actitud estratégica. Pruebas de laboratorio de la Universidad de Carolina del Norte demostraron que prestar atención a las emociones positivas expande literalmente la visión, mientras que centrarse en las negativas la reduce. Aquellos con sentimientos positivos son más capaces de reparar en los detalles y en el entorno de un objeto. Por el contrario, quienes están en un estado neutro o negativo se concentran sólo en un sitio o en una cosa, y pasan por alto lo que lo rodea. Los sentimientos positivos, entonces, fomentan lo que se llama ver “el gran cuadro”, importante para considerar todas las perspectivas con amplitud. ¿Cómo revertir la situación, si, por ejemplo, algo molesto está captando toda tu atención y te está poniendo de malas? “Si quieres superar un sentimiento negativo, prestar atención a algo positivo constituye la mejor estrategia para alejar las emociones no deseadas”. Como la respuesta a una situación depende en buena parte de la interpretación que hagamos de ella, los aspectos en los que pongamos la atención pueden convertirse en puntos de apoyo para un botón de reinicio emocional.

Déjate absorber
Alcanzar el estado de “flow” –fluir–, como se llama a cuando realizas una tarea que capta tu interés y permite el desarrollo de tus habilidades, es uno de los pilares fundamentales del bienestar subjetivo. Sin embargo, no todo el mundo es capaz de identificar qué actividad tiene esos efectos en sus vidas. Una gran herramienta para hacerlo es la atención. El psicólogo Oliver Schulteiss, de la Universidad de Michigan, sugiere poner en práctica ejercicios de visualización, mediante los cuáles experimentes el desempeño de una profesión u otras metas. Imagínate a ti mismo o a ti misma en el proceso de llegar a un objetivo, y valora la alegría y satisfacción que te proporciona. Disfrutar el proceso –y no sólo el logro– es el quid de la cuestión. ¿Qué actividad captará tu atención de principio a fin? Sea un trabajo manual, intelectual o físico, aquel que requiera tu atención plena y cree un equilibrio entre usar y poner a prueba tus destrezas, es el indicado. “Si durante la mayor parte del tiempo no nos planteamos si estamos trabajando o jugando, ni siquiera si somos felices o no, es muy probable que la vida esté bien enfocada”, indica Gallagher.

Dile no al multitasking
Hacer varias cosas a la vez reduce la atención en cada una de ellas y, por lo tanto, la eficacia. Además, como en el caso de manejar y usar el celular al mismo tiempo, puede ser peligroso. Si estás tratando de aprender algo nuevo, preparando una presentación profesional o algo similar, evita estar pendiente de las redes sociales u otros asuntos. Al concentrarte en una actividad compleja, el mando lo toma el hipocampo cerebral, que tiene un rol clave en la consolidación de la memoria. Sin embargo, si te llega un mensaje que te distrae, el control pasa al área estriada, encargada de las tareas automáticas. Como resultado, aunque la tarea quede completa, nuestro recuerdo de ella será más fragmentado, menos adaptable y más difícil de recuperar que si hubiéramos puesto en ella toda nuestra atención. ¿Quieres que un conocimiento no se te olvide? Hazte un café: la cafeína activa zonas del cerebro responsables de la atención y además incrementa la memoria a corto plazo.

Fuente: RAPT. Attention and the Focused Life.