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¿Te pasa que mientras tienes relaciones sexuales estás pensando “en otra cosa”? A muchas personas sí.

Si te sucede seguido te daremos un par de tips para evitar esa dispersión, porque no hay que subestimarla. Si cuando, por ejemplo, comemos sin prestar atención, estamos privándonos de un placer, en lo sexual pasa lo mismo pero multiplicado.

Del mismo modo que comprender cómo se combinan los ingredientes conduce a una cocina más creativa, ser consciente de los numerosos matices del placer hace del sexo una experiencia más satisfactoria y plena.

¿Cómo evitar que la mente se vaya a los pendientes en pleno acto? En principio, sigue estas dos claves:

Respira. La respiración profunda es una de las herramientas más efectivas para centrarse en el presente. Si sientes que tu mente está en otro lado, inspira por la nariz hasta el abdomen, suelta por boca suavemente, y concéntrate en las caricias que das y recibes. Siente el peso de tu cuerpo, el roce de las sábanas y el contacto con la piel de tu pareja, tu temperatura, los cambios de sensaciones, tu sudor, los sonidos del ambiente, etcétera. No te pelees con lo que piensas. Si te das cuenta de que estás pensando en otra cosa, sólo déjalo pasar y regresa sentir plenamente lo que sea que estés sintiendo en ese momento.

Ritualiza tus sentidos. El sexo es como la religión de una relación, y por eso existen tantos rituales alrededor de él: velas, baños, comidas especiales, música, texturas en tu ropa. Crea el espacio físico ideal y darle la importancia que merece ese encuentro de placer e intimidad. ¡Disfruta!