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Hazlo con tu novio. Si de orgasmos se trata, tener sexo con una pareja estable le gana por mucho a hacerlo en una relación casual. En una relación de pareja es más fácil relajarse y ser honesto sobre tus necesidades, además de que la práctica los va haciendo maestros el uno del otro. Nada mejor que el acoplamiento, y eso lleva tiempo. Y por supuesto, el amor hace su parte…

Practica yoga. La antigua disciplina india es amiga de tu desempeño y disposición entre las sábanas. En un monitoreo, las mujeres que realizaron 22 posturas de yoga varias veces a la semana durante tres meses reportaron mayor deseo sexual, incremento de la excitación y mejores orgasmos, según el Journal of Sexual Medicine. La práctica fortalece tus músculos pélvicos y abdominales, lo que mejora tu habilidad de llegar al clímax. Además, está comprobado que el yoga ayuda a reducir la depresión y la ansiedad, por lo que facilita que te pongas “in the mood”.

Gime. Como bien sabes por experiencia propia, no siempre los gritos y gemidos acompañan el orgasmo. Muchas mujeres suelen gemir mientras su acompañante está llegando al clímax, para realzar su experiencia. Si eres de las calladas, tal vez quieras probar hacer algo de ruido. De acuerdo con los terapeutas sexuales, los ruidillos ayudan a hombres y mujeres a excitarse (no necesitas copiar a una pornstar, sólo expresarte de un modo natural para ti.)

Y ya sea que necesites otra ayudadita o simplemente para potenciar los tres puntos anteriores, prueba tomar The Sensual Tea. Bébelo con tu pareja una hora antes del encuentro. Notarás que la excitación y desempeño sexual de ambos mejora considerablemente. Los hombres tienen una erección más firme y prolongada (incluso aquellos con problemas de erección o eyaculación precoz), y en mujeres es evidente el aumento de sensibilidad, gracias a que al mismo tiempo relaja y te da energía, lo cual facilita el que estés concentrada en ti, y en consecuencia el orgasmo.